¿Qué es la sustentabilidad educativa?
Ante un panorama educativo en constante cambio, surge la necesidad de abordar nuevos procesos de vital importancia que permitan asegurar el conocimiento de las nuevas generaciones. Uno de esto, es la llamada la “sustentabilidad educativa”. Este modelo permite que los estudiantes asimilan nuevos conocimientos, sin importar los cambios drásticos en el contenido, contexto e ideología educativa, que pueden generar desconcierto y desorientación en los estudiantes
De acuerdo con el INNE*, los cambios frecuentes en los planes de estudio están asociados con un menor rendimiento académico, así como en la motivación de los estudiantes. Estos resultados, indicaron que la falta de coherencia en la educación impacta negativamente en los conocimientos a largo plazo.
Mediante la “sustentabilidad educativa”, se busca mantener una dirección constante y progresiva, para fomentar la capacidad de construir una comprensión profunda y conexiones significativas entre conceptos.
Ante esto, la experta en educación, Laura Elizondo recomienda cuatro consejos indispensables para que los estudiantes mantengan una sustentabilidad educativa.
Para comenzar, es importante contar con un compromiso en la continuidad, es decir, a pesar de los cambios repentinos que puedan surgir, uno debe mantenerse coherente con el compromiso de avanzar en sus procesos de aprendizajes (mediante asesorías, actividades extra curriculares, etc.), pues provee la consistencia, continuidad y conexión lógica entre los diferentes elementos que conforman el proceso de enseñanza – aprendizaje, si no hay coherencia, el alumno no tendrá un rumbo claro y es posible que se confunda y no desee seguir aprendiendo.
Por otro lado, establecer rutinas ayuda a absorber y retener información de manera consistente permitirá a los estudiantes adaptarse a diferentes enfoques educativos y mantener un progreso constante.
Otro consejo valioso es abordar los temas desde diferentes perspectivas y profundizar en la comprensión. La reflexión activa permitirá establecer conexiones significativas entre conceptos y aplicar los conocimientos de manera más efectiva en diversas situaciones.
Finalmente, la colaboración y la retroalimentación desempeñan un papel esencial. Trabajar en equipo con los compañeros de clase enriquece la experiencia de aprendizaje al exponer a los estudiantes a diferentes enfoques y opiniones. Además, buscar retroalimentación de profesores y compañeros promoverá una mejora continua y una adaptación constante.
“La sustentabilidad educativa se relaciona con la idea de que la educación debe preparar a los estudiantes no solo para el presente, sino también para el futuro. Esto implica no solo transmitir conocimientos, sino también desarrollar habilidades de pensamiento crítico, resolución de problemas, adaptabilidad y aprendizaje continuo”, afirmó Laura Elizondo Williams.
Los sistemas educativos sostenibles buscan empoderar a los estudiantes para que sean ciudadanos informados y comprometidos, capaces de contribuir positivamente a la sociedad y de enfrentar los desafíos cambiantes del mundo.