Caso de Kenneth Foster toma fuerza por serie de Netflix

Siendo Netflix la plataforma de “streaming” por excelencia en el mercado, desde su lanzamiento, ésta se ha dedicado a producir series y películas propias con famosos actores y directores de Hollywood.

Entre éstas, se encuentra “I am Killer” (en español “Yo soy asesino”), un documental que abarca historias reales de presos que fueron acusados de asesinatos y llevan en “Death Row” (en español “Corredor de la Muerte), esperando a ser aniquilados por una inyección letal frente a sus seres queridos.

Pero primero que todo… ¿Qué es un “Corredor de la Muerte”? Éste es un término que surgió a partir de la aprobación de la Pena de Muerte a mediados de los setentas en Estados Unidos. Además, es una sección dentro de las prisiones (en estados como Texas) donde se encuentran las celdas de los individuos que esperan el día de su muerte.

Luego de que un individuo es encontrado culpable de un crimen y sentenciado a muerte, éste permanecerá en este sitio mientras continúa cualquier procedimiento de apelación. Debido a lo complejos, costosos y extensos que son los procedimientos que deben realizarse antes de la ejecución, los presos pueden pasar hasta cuarenta años esperando su final.

Dentro de las historias que se encuentran en el documental- serie, se encuentra la controversial historia del preso afroamericano, Kenneth Foster. Quien, en el año de 1996 fue condenado a muerte por el simple hecho de manejar el auto en donde iba Mauricio Brown, asesino de Michael Lahood, hijo de un importante abogado blanco al que supuestamente “pretendían robar”. El dilema detrás de este caso es que Foster no sabía que Brown iba a asaltar a Lahood, tampoco sabía que éste iba a matarlo. Simplemente se encontraba en el auto y sorprendido escapó de la casa del homicidio.

Tras permanecer más de dos décadas en el “Corredor de la Muerte”, desde afuera sus familiares y seres queridos (en especial su abuelo quien lo había mantenido desde pequeño) lucharon en las calles con numerosas huelgas contra el gobierno por la injusticia de su caso. Afortunadamente, sus acciones dieron frutos y minutos antes de su muerte, el gobierno decidió darle una oportunidad y darle en ves, Cadena Perpetua.

“No quiero oraciones ni velas. Quiero que luchen y se movilicen por mí, que muestren a estos políticos que hay individuos que piensan de otra forma”, declaró Foster en una entrevista.

Actualmente, cuenta con una página web donde los usuarios pueden actualizarse de su caso y sus seguidores siguen luchando por la causa, pero Foster tendrá que esperar otros diez años (mínimo) para poder defender su caso contra la corte de nuevo.