El imperio de la familia Ferrero
Actualmente, Giovanni Ferrero, de 56 años, se encuentra solo en la cabeza de la compañía chocolatera. En cuanto a Pietro, su hermano, quien fue el co-director ejecutivo por 14 años, murió de un ataque al corazón en 2011, cuando tenía 47. Por ello, el año pasado, Giovanni nombró a Lapo Civiletti como CEO para poder concentrarse en la estrategia como presidente ejecutivo.
La historia familiar se remonta a la Primera Guerra Mundial, cuando en 1923, tras servir en el ejército, Pietro Ferrero, abuelo de Giovanni, abrió una pastelería en Dogliani, al noroeste de Italia. En 1925, se casó con Piera Cillario, con quien tuvo a Michele, en el año de 1925. La familia estuvo viajando por varias ciudades, y Pietro pudo perfeccionar sus habilidades como pastelero. En 1938, fueron a África Oriental para venderles galletas a las tropas italianas, pero su intento fracasó. Y cuando la Segunda Guerra Mundial comenzó terminaron ubicados en Alba, donde hoy se encuentra la principal fábrica de Ferrero.
Como sugerencia de su hermano menor, Pietro creó una alternativa más barata al chocolate, el cual representaba un lujo debido al conflicto bélico. Fue así como creó una mezcla de melaza, aceite de avellana, manteca de coco y un poco de cacao, que envolvió en papel encerado y vendió alrededor de toda la ciudad. A esta nueva receta la llamó Giandujot, (que mucho tiempo después se convertiría en Nutella) y en 1946 formaron Ferrero. Sin embargo, Pietro murió en 1949, a los 51 años, y su hermano Giovanni en 1957, a los 52. Por lo que a los 33 años, Michele se quedó al frente de la compañía y la llevó a una expansión mundial.
Actualmente, el plan de Giovanni es escalar y comprar compañías casi en ruinas. Esto es lo contrario a lo que su padre buscaba, pues éste no estaba de acuerdo reducir competencia por medio de la adquisición de competidores, sino por medio de la innovación en los productos.
De esta manera, Giovanni Ferrero es el heredero de un imperio de 13,000 mdd, de una compañía que en sólo tres generaciones se volvió el tercer confitero más grande del mundo, y el mayor proveedor de avellanas, tras la compra de Nestlé y los grupos Otan en Turquía y Stelliferi Group.